top of page
  • Grey Instagram Icon
  • Grey Facebook Icon

ROUND ONE: ¡FIGHT!

  • Foto del escritor: Kitana Wins
    Kitana Wins
  • 13 feb 2019
  • 2 Min. de lectura

Una foto.

Una mujer hasta la cintura, con el pelo largo cubriéndole las tetas.

Reflejada en una madera lustrada.

Caoba.

Me pareció algo bonito, yo soy color madera, como la tierra.

El día de la foto era uno de los pocos al año en que me gustaba alguna parte de mi cuerpo (y no exagero).

Decidí subirla a una red social. ¿Por qué? me pareció bonita la foto. ¿Se necesita más explicación o siquiera alguna?

De lo que pasó si quiero una explicación. Y la tengo.

Dos cosas pasaron que me llevaron a entender que porque yo vea las opresiones del patriarcado, no significa siquiera que mis amigos puedan entenderlo.

Recibí dos comentarios de conocidos, supongo que intentando ser buena onda, no lo sé. Aún estoy en proceso de poder entender qué pasa.

Y también recibí un mensaje de un extraño, totalmente desconocido, pidiéndome mi número de teléfono.

Y me sentí sucia. Mala.

Sentí que tenía la culpa de algo y no supe bien de qué. De algo.

Tuve ganas de borrarla inmediatamente, ya, ayer.

Me arrepentí.

Me pregunté por qué me habían dicho cosas, si pensaban que buscaba atención, me pregunté a mi misma si no tendrían razón ellos.

Se me estrujó el pecho, quise llorar, me enojé, quise gritar.

Todo en media hora.

Estamos cansadas

Y decidí que no me iba a enojar conmigo.

¿Por qué debería sentirme sucia yo? Intimidada, vulnerable, frágil, a merced de que digan y hagan lo que quieran.

No.

Eso es el machismo, el patriarcado. Eso es contra lo que luchamos todos los días.

Si pongo una foto porque me pareció bonita, porque ese día me gustó mi cuerpo, no estoy pidiendo tu comentario. No me interesa tu teléfono, desconocido.

No tengo un cartel de neón que dice “Opinen y toquen que es gratis”

Esa creencia dañina y universal de pensar que mi cuerpo es tuyo y de él.

Ese pensamiento idiota que te hace ofrecerle tu contacto a cualquier piba que muestre las costillas.

Ese poder socialmente sostenido que hace que todxs giren la cabeza, cuando me gritás cosas en la calle.

Esa impunidad construida de decirle gato a cualquiera que tenga una foto en corpiño.

¿Y si soy puta, qué?

¿Y si soy gato, qué?

Lo que vos creés un insulto, solamente demuestra lo jodido que estás por dentro.

Lo poco libre que sos.

Lo poco que podés amar.

Lo ajeno que te es el respeto por las decisiones de lxs otrxs.

Lo triste que es tu alma, que en vez de ver una foto bonita y disfrutar de que te guste, lo transformás en un objeto que hay que tener.

En una necesidad que, en tu cabeza, hay que satisfacer.

En otra etiqueta, en otra cárcel.

La normatividad de género también implica que si algo se sale de esas normas, podemos poner en duda su status de humano.

Y la norma es ser una chica bien.

Y si ponemos en duda que sea tratada como un humana, dejamos la puerta abierta a tratarla como un objeto.

Porque no nos molesta que te guste nuestra foto, por eso la subimos, porque la creemos bonita.

Nos molesta, nos duele, nos lastima, que transformes eso en un arma para hacernos daño.

Porque me hiciste sentir sucia, mala, indigna.

Me hiciste tener vergüenza de mi, de mi cuerpo y de mis decisiones.

Pero no ganaste, patriarcado. Tengo el contador de vidas lleno.

Y con todo lo que tiraste, me hice un escudo.

Porque siempre, pero siempre: Kitana Wins.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


¿Querés recibir mis textos?

  • Grey Instagram Icon
  • Grey Facebook Icon
  • Grey Pinterest Icon
  • Grey Twitter Icon
  • Grey YouTube Icon

© 2023 by Shades of Pink. Proudly created with Wix.com

bottom of page